martes, 28 de junio de 2011

Salto de fe

Tengo un sobrino de nueve años. Me hace preguntas constantemente: ¿por qué hay un país que se llama Ecuador como la línea del Ecuador?, ¿por qué los ingleses no tienen euros?, ¿eran bonitas las pesetas?, ¿el papel de aluminio se puede reciclar?, ¿por qué escuchas esa música? En fin, ese tipo de cosas.

Hoy he ido a verle y estaba enfadado. Muy enfadado. Él solo le ha empezado a dar vueltas a la idea de que por qué tenía que fiarse del doblaje de su película favorita (añadan aquí cualquier título de la factoría Disney). Quizá le estuviesen engañando. Todo eso ha sido antes de que yo llegase; después había intentando ver la película en versión original, pero su inglés no da para tanto y se ha desesperado.

Le he explicado que el doblaje lo hacían profesionales y que en ningún momento pretendían cambiar ni el argumento ni el sentido de la película original. "¿Cómo lo sabes?", ha sido su respuesta. Por supuesto, su madre había huido ya de la sala. Entonces, he empezado a pensar... Aquella película japonesa que vi hace un par de semanas... Con un par de cambios en los subtítulos hubiese podido pasar por una comedia romántica. O por una divagación sobre las costumbres de apareamiento del esturión. Por cualquier cosa, en realidad. ¿Por qué siempre acabaré haciéndome las mismas preguntas que un niño de nueve años?

Entonces, entre risas, se me ha escapado: "chico, los filólogos somos necesarios. Que parece que no, pero sí". La otra opción hubiese sido hablarle del salto de fe, pero tenía más hambre que ganas de hablarle a un chaval de nueve años sobre Kierkegaard.

domingo, 26 de junio de 2011

Libros a la mitad

En los trenes, de camino a cualquier sitio, aunque normalmente al mismo de cada día, uno se entera, aunque no quiera, de pequeñas historias que se cuentan entre sí otros pasajeros. Como, por ejemplo, la del chicho que era incapaz de acabar de leer cualquier libro. "Me da pena acabarlos", decía. Uno, claro, no puede dejar de prestar atención a una afirmación como ésa. Luego, a medida que avanzaba la conversación, todo tenía sus matices y el chico sí que acababa de leer los libros, aunque los guardaba durante una temporada casi acabados para después reemprender la lectura.

A mí, la verdad, no es algo que me haya pasado nunca, aunque sí que es cierto que las últimas páginas de algunas novelas las he leído con toda la calma de la que fui capaz. Hace muchos años de eso, porque hace ya algunos lustros que descubrí el placer de la relectura. Quizá parezca una tontería, pero la primera vez que releí una novela me dio la impresión de haber descubierto el fuego.

sábado, 18 de junio de 2011

Dos cervezas lo arreglan todo

Pasó anoche como puede pasar cualquier otro día. Fue en un bar de una ciudad como pudo haber sido en cualquier otra. Un chico y una chica tratan de entenderse en inglés; a ambos les cuesta un poco. Lo hablan con cierta fluidez, pero se nota que no son capaces de expresarse tal como querrían. Se ve en sus caras mientras hablan. Uno pregunta, la otra responde, hay un silencio y se miran de forma extraña, como si uno no hubiese preguntado exactamente aquello que quería y la otra no hubiese podido responder con la profunidad que hubiese deseado.

Cae la primera cerveza y allí siguen, con silencios incómodos. Empiezan a mirar a su alrededor cuando llega la segunda cerveza. Cuando las copas ya están a medias, ella parece cansada y dice algo en portugués. Él sonríe y contesta en español. La conversación toma velocidad y su mesa se llena de risas y de complicidad. Entonces, Guatemala y Portugal ya no parecen tener un océano en medio. Ya no tienen que hacer transbordo en otro lugar para llegar a esa parada final de la comunicación.

Menos mal, pienso, porque fui yo quien hice las presentaciones. Seguramente las cervezas no tuvieron nada que ver, pero no me pareció un mal título...

domingo, 5 de junio de 2011

Aquí unos amigos

Hoy quería escribir sobre todos vosotros, sobre los que visitáis el foro y participáis. O debatís y compartís en facebook. O en twitter. Quería agradecer todas esas discusiones, anécdotas y dudas que hacéis llegar a los demás integrantes. La mayor parte de las veces, sin saber muy bien quién está al otro lado leyendo vuestro comentario o pensando una respuesta. Por eso me gustaría aprovechar este pequeño espacio e invitaros a dar un paseo por la sección de presentaciones del foro, donde cada persona se presenta como mejor le parece. Por conocernos un poquito más. Por seguir conociéndonos. Por seguir creciendo, hablando, debatiendo y compartiendo. Nosotros, por nuestra parte, seguimos trabajando para poder ofreceros mejores formas de compartir. Esperamos que en unas semanas podamos enseñaros estas novedades. De momento, aquí os invitamos a que nos conozcamos un poco más:

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