De verdad; no me gusta criticar. Pero, a veces, amigos, hay personas que sacan lo peor de uno mismo. Que, dicho sea de paso, tampoco es para tanto. Al menos, en mi caso. Recuerdo una vez, de jovencito, cuando crucé España por primera vez en coche, que, después de doce horas al volante, por fin llegamos al hotel que teníamos reservado. Cargado con bolsas, maletas y mochilas varias, entré en la recepción del "hotel". Una señora alta y estirada me interrogó durante cuatro o cinco minutos y acabó diciendo: "puede esperar en el jaol". La miré fíjamente, tratando de entender de qué (demonios) me estaba hablando. "Aquí, en el jaol". Lanzó las palabras con desprecio, os lo aseguro. Allí estaba, cargado, cansado y sintiéndome insultado. No pude evitarlo: "señora, si no le importa, esperaré aquí, en el vestíbulo".
Una señora parecida a aquella (quizá prima lejana), unos años antes, en mi ciudad, ya me había hecho sentir mal porque entré en su panadería y pedí "un bollo". Me respondió que allí no vendían bollos, sino "briós", y que si no sabía apreciar la diferencia sin duda no merecía llevarme uno a la boca. Ay, tengo que volver algún día y responderle. Después de veinte años a lo mejor no se acuerda de mí, pero creo que debería intentarlo...
Otra señora, parecida a las anteriores, es mi vecina. Una buena mujer, sin duda. Dice "tásil", "ginásior", "hombrosesual", "penícula" o "perabólica". A mí me da igual, porque me encanta cuando dice "zagal", "merced", "aldaba", "bicoca" o "menester".
10 comentarios:
Bicoca. Hacía tiempo que no la oía, qué delicia :)
Cuántas palabras se quedan en el olvido y qué bellas son...
Solo las senoras? Pues yo conozco a tios que deberian ser senoras!
Jajaja, pues nunca me ha pasado la verdad.
¿Y nunca os ha pasado lo de «Oye, qué fino hablas tú, si pronuncias todas las letras y pareces como sacado de un libro»? Creo que me lo dijeron donde el autor del bitácora se perdió esperando su habitación de hotel...
Jonkiddo.
A mí sí me ha pasado, y no una vez precisamente, por ejemplo, al llamar a alguien por teléfono; lo cogió la hermana de la persona a la que yo estaba llamando y oí: -"quién es?"-. - Tu amiga, esa que habla muy fina". V
A mí a veces también me pasa, pero entendamos la gravedad del asunto: esas personas no recibieron en su día (o cuándo quiera que fuere) una "educación" lingüísticamente hablando.
Mi abuela siempre que me amonestaba o regañaba me decía: "¿Tú crees que esto es bicoca?".
Lo peor de decirte que hablas muy fino es el tono despectivo, y más si eres andaluza; pareciera que cometo alta traición a D. Blas Infante...
¡Me encanta este blog! Me parece una maravilla tan sólo (solo a partir de ahora) por el título.
Lo de las palabras de las señoras... la verdad es que esa mujer del hotel o la de la panadería me habría sacado a mí también de mis casillas. Sin embargo, tu vecina, por lo que dice me parece así como entrañable; esos errores son más bien propios de personas con pocos estudios, entonces no me parecen tan "mal", más bien me da lástima porque no hayan tenido oportunidad de aprender que se dice "homosexual" o "película".
Un saludo.
Hoy, al comer en casa de mi abuela, me ha dejado tres "modificaciones" de las suyas:
- sestividá
- vía gayetana
- nuversidá
Hablaba de la selectividad, la vía Laietana, y la universidad.
Sus tesoros de palabras son fregasa, rasera, los adorables pastanaga, moncheta y rachola... y algunos más que no me acuerdo.
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