sábado, 31 de marzo de 2012

La lucecita en el cine

Anoche, después de mucha insistencia por parte de varios amigos, fui a ver "Extraterrestre", de Nacho Vigalondo. Llegué a la sala diez minutos antes de que comenzase la película y sólo había un espectador, que aprovechaba esos minutos para leer una novela. Poco antes de que apagasen las luces, el señor se levantó y se dirigió a la puerta de salida, pero finalmente dio media vuelta, observó las butacas vacías y eligió una cerca del lateral izquierdo.

A mitad de la película, al hombre le dio un pequeño ataque de tos y varios de los espectadores se giraron para ver si se encontraba bien (fue intenso, aunque no ruidoso). Incluso una chica que estaba sentada cerca le preguntó por su estado. El hombre respondió dando las gracias y asegurando que estaba bien.

Fue entonces cuando me di cuenta de que no había dejado de leer la novela que llevaba, sino que había encendido una pequeña luz de lectura y se había olvidado de la película. En la zona donde se sentó finalmente no molestaba a nadie con la luz y nadie le molestó para que siguiese con su novela hasta que finalizó la película. Como en otras ocasiones, me quedé con ganas de saber qué estaba leyendo...

lunes, 19 de marzo de 2012

Libros y películas

El otro día volvía a casa en autobús cuando se sentaron justo detrás un señor y su hija, de unos once o doce años. No habíamos llegado a la parada siguiente cuando empezaron a hablar de libros; la niña le recomendaba a su padre que se leyese algunos títulos que habían caído últimamente en sus manos. Entre ellos, muchos de los que yo no había oído hablar hasta ese preciso momento.

En un punto de la conversación, la niña le explicó a su padre que se los tenía que leer, y que no servía que hiciese como con Harry Potter, que había visto las películas y al final no se había leído, como ella, los libros. "No vale, no es lo mismo. Es muchíiiiisimo mejor leerse los libros", le dijo literalmente (a lo mejor me he dejado una "i", pero es difícil calcularlo).

Cuando llegué a mi parada y me levanté de mi asiento me pareció oír que la niña pronunciaba "Guerra y paz", pero quizá sólo fuesen imaginaciones mías. Sí, supongo que lo fueron, pero...

jueves, 15 de marzo de 2012

Hoy nace Esdrújula. Revista de filología

Lo primero que debería hacer es pedir disculpas por no haber actualizado este blog desde hace ya algún tiempo. Lo segundo, dar una explicación del porqué. La “culpa” la tienen dos proyectos relacionados entre sí y con esta comunidad de filología que se creó hace ya un par de años. Hoy se ha publicado el primer número de Esdrújula. Revista de filología, un proyecto que ha visto la luz gracias al esfuerzo personal de varias personas, a quienes queremos agradecer su dedicación, su paciencia y su generosidad. Publicar una revista de este tipo no es tarea fácil, pero estamos muy contentos con el resultado final. Tenemos que reconocer, eso sí, que lo que más nos enorgullecería sería que sintieseis esta revista como vuestra, porque es así. Sin todos vosotros, Esdrújula nunca hubiese existido.

No queremos demorarnos más en indicar dónde se puede visitar la revista: www.losfilologos.com/esdrujula. Los contenidos están en abierto y son de acceso libre. En el sumario de la derecha podéis entrar en cada artículo para verlo directamente en la web, mientras que a la izquierda podéis acceder al PDF completo, donde se puede descargar la revista maquetada.

Nos gustaría invitaros a participar en la revista de una forma activa. Si queréis enviar un artículo, podéis hacerlo a través de revista@losfilologos.com. Las normas de publicación, así como las distintas secciones de la revista, las podéis encontrar aquí: normas de publicación. El director de la revista, José Antonio Mena, y el comité de redacción, evaluarán los trabajos para su posible aceptación. Nos gustaría recalcar que el comité de redacción no tiene por qué compartir las opiniones reflejadas en los trabajos, sino que valoran su pertinencia de cara a su publicación. Los responsables del contenido de los artículos publicados son los autores, a quienes agradecemos su participación e implicación en la revista.

Esperamos que el proyecto os guste y nos acompañéis a lo largo de este viaje, que esperamos dure mucho tiempo. Seguimos trabajando también para crear una página web que pueda ser un punto de encuentro para la comunidad filológica, pero de ese propósito hablaremos en unos días. Hoy nos quedamos con Esdrújula, la que esperamos sea vuestra revista.

Gracias de nuevo por estar ahí, porque, de verdad, sin vosotros nada de esto podría haber sido posible.